Los conflictos en la relación de pareja: una salida posible
Primera parte
Amo como ama el amor.
No conozco otra razón para amar que amarte.
Pessoa
Toda pareja está expuesta a tener conflictos en alguna etapa de su vida. De manera general, se puede afirmar que las dificultades fortalecen a la pareja dependiendo del modo como se enfrenten los problemas, de los talentos o recursos que tenga y de su disposición para resolverlos.
Para muchas personas, enfrentar una situación difícil puede resultar amenazante, ya que existe el temor de que si los problemas se hablan abiertamente frente al otro, la pareja se decepcionará, los dejará de querer o los abandonará.
Un punto importante cada vez más difundido es que los conflictos son una oportunidad para crecer y, en ese sentido, los problemas en la pareja son útiles ya que permiten conocer los sentimientos y la satisfacción o insatisfacción que experimenta alguno o ambos miembros de la pareja en esa relación.
La decisión de enfrentarlos para encontrar una solución, aún cuando el problema parezca difícil, comunica muchos mensajes, uno de ellos es el deseo y el interés por encontrar una salida y seguir adelante.
En mi experiencia como psicoterapeuta de parejas, me he encontrado que detrás de todos los miedos con los que las personas llegan a terapia, se encuentran grandes virtudes, las cuales, puestas en acción dentro del proceso de asesoría, conducen a importantes tomas de conciencia de las cualidades y recursos que posee la pareja, y dejan al descubierto sentimientos que fortalecen y alientan el modo como la pareja decide seguir caminando juntos y alcanzar las metas que se ha planteado.
Un punto de partida en mi trabajo con parejas es poner de manifiesto que la situación por la que ambos están atravesando, es co-creada, es decir, es algo en lo que ambos han estado participando de algún modo y que ha generado la situación problemática (muchos de estos modos no son concientes para la persona). En este sentido, no existe, desde mi punto de vista, una relación de pareja donde uno tenga un problema o crea ser el problema y el otro no; sino que ambos tienen un problema, ambos son afectados por la situación conflictiva.
Los ejemplos de la vida cotidiana que la pareja comparte en la sesiones de psicoterapia, son parte importante para fundamentar la afirmación anterior, la cual pasa de ser una simple idea o creencia teórica, para formar parte de una conciencia de corresponsabilidad de la pareja y de la que tienen sobradas evidencias, tanto a nivel cognitivo como emocional, y no tanto una idea impuesta por el terapeuta.
Asumir este “a nosotros nos sucede”, representa un importante avance en el proceso de crecimiento de la pareja por muchas razones, entre ellas:
-Se deja de señalar al otro como el culpable y se logra la colaboración de ambos
-Se deja de mirar la relación de pareja de manera parcial y se aprende a mirarla como una unidad de la cual ambos forman parte.
-Se aprende a trabajar en equipo
-Se aprende a tratar con generosidad a la pareja que creíamos culpable, al mismo tiempo que se aprende la benevolencia por uno mismo.
-Se aprende a trabajar con el otro en metas comunes y en acciones abiertamente comprometidas.
-Se reconocen recursos, virtudes y capacidades mutuas, las cuales se utilizan dentro de una estrategia que la pareja va definiendo
-Los avances que la pareja logra, retroalimentan ese sentido del nosotros hacemos cosas que hacen posible que esos avances nos sucedan.
Datos para comunicarte con la autora de este artículo
María Trinidad Cárdenas Ponce
Dra. en Psicoterapia. Instituto Humanista de Sinaloa.
Entrenamiento Internacional en Psicoterapia de Parejas.
Gestalt International Study Center. Boston, Mass.
(667 172 0155 y 960 0535)
Av. El Dorado N0. 734 Col. Las Quintas
Tels: (667) 960.0535, 172.0155 y 44
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